Lo mejor que pudo haber salido de la primer película del Capitán América.

Ante las teorías – nunca más que eso: teorías- de que el cómic podría desaparecer ante la poca atención que se ha prestado a la búsqueda de un nuevo público -específicamente el femenino y el infantil-, Marvel se ha preocupado de un tiempo para acá en fortalecer y crear mujeres protagonistas que puedan encargarse del primero. Eso, y quedar bien con los que durante años han pedido el respeto/inclusión/tratamiento justo de personajes femeninos, homosexuales, afroamericanos, latinos, minorías en general, y si seguimos enumerando, podríamos llegar hasta perros robot.
No por nada ha catapultado en sus impresos a La Capitán Marvel, preparando el camino para su debut en la pantalla grande, siendo la primera superheroína de la Casa de las Ideas que protagonice su propia cinta. No por nada creó a Ms.Marvel una chica que además de ser chica, es de origen musulmán. No por nada anunció hace poco en el programa The View, un matutino para señoras, que pronto habrá otro título de Avengers pero protagonizado por las integrantes femeninas, como ya lo hizo con otro, pero para las “X-men”.
De lo que quizás no se ha dado cuenta es que ya tiene un personaje femenino fuerte, y que ha llegado a través de la televisión en la segunda serie derivada de su universo cinematográfico: Agent Carter.
Lo mejor que ha salido de la primera película del Capitán América y cuyo anuncio inicial pudo no haberme interesado menos en su momento, ante el desfase de su transmisión original hubo tiempo para leer buenos comentarios de la serie y provocarme un interés de, por lo menos, prestarle atención al primer episodio.
Para el público latinoamericano, ya estará disponible todos los martes a las 10 de la noche en estreno a través de Canal Sony, y con repetición los domingos a las 9 PM, en su versión subtitulada, como lo hizo también con la segunda temporada de Agentes de S.H.I.E.L.D.
Mientras que la anteriormente mencionada se toma su papel muy en serio, como una agrupación de humanos, casi todos, que viven rodeados de objetos y sustancias extraterrestres, dioses nórdicos y tecnología secreta, Agent Carter se permite ser más ligera, dibujando perfectamente la época, no sólo en el departamento de vestuario y locaciones, sino en el reflejo de la sociedad norteamericana de los 40´s. Es por ello que Peggy Carter tiene, quiere y debe sobresalir ante el maltrato de sus compañeros hombres que no dejan de verla como una secretaria. Es la voz que le hará justicia a sus amigas y compañeras. Es la que tendrá que demostrar con su inteligencia, y uno que otro truquito femenino, que puede hacer muy bien su papel dentro de la organización que eventualmente se convertirá en S.H.I.E.LD. Como nos enseñó la primera serie, los guiños al universo Marvel no se hacen esperar, con la inclusión de Howard Stark, el papá de Tony; Jarvis, el mayordomo de los Vengadores adorablemente interpretado en ésta serie; Anton Vanko, el papá de Whiplash, de Iron Man 2; Roxxon, una corporación de esas malas malas que además de contaminar nuestro bonito planeta, luego hace experimentos para crear seres malos malos; y por supuesto, referencias, muchas, al Red Skull y al Capitán América.
El establecimiento de la época y de la Agente Carter como una mujer empoderada coquetea peligrosamente con la caricaturización y el estereotipo de éstos aspectos, por lo que esperamos que pronto se haga a la idea de que, por lo menos esto, ya nos ha quedado muy claro. Pero justo cuando en el primer episodio creemos que tirará por ahí, por situaciones y diálogos ligeros, la muerte de uno de los personajes que apenas y llevaban los 20 minutos de tiempo efectivo de transmisión, nos hará recordar que la cosa va en serio.
Con una apretada de tuercas a la actuación de Hayley Atwell en el rol protagónico, Agent Carter podría cumplir con dos objetivos ideales: con el personaje femenino que Marvel ha estado buscando; y el más importante, el que da rating, llegarle a un público que no necesariamente está interesado en las historietas.